Adicciones

La responsable de tabaquismo del Ramón y Cajal ve el vapeo como "un problema de salud pública" y pide “medidas sólidas” para regularlo

- Recuerda que más del 50% de la respuesta al tratamiento contra el tabaquismo está “influenciada” por la predisposición genética del fumador

MADRID
SERVIMEDIA

La neumóloga adjunta en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y responsable de la consulta monográfica de tabaquismo de dicho centro sanitario, la doctora Rosa Mariela Mirambeaux, exigió este viernes “medidas concretas y sólidas” para regular el uso de los vapeadores, que juzgó como “un problema de salud pública”.

Así lo advirtió en declaraciones a Servimedia con motivo de su participación en la 29ª Reunión de Invierno Conjunta de las Áreas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que se celebra en Tarragona y en la que intervino en una mesa redonda sobre ‘Nuevos biomarcadores en deshabituación tabáquica’ para compartir las últimas novedades en torno a la ‘Influencia de los genes en la individualización del tratamiento farmacológico’. Recordó que más del 50% de la respuesta al tratamiento está “influenciada por la predisposición genética del fumador”.

La experta puntualizó que, en los últimos años, se han publicado “diversos” estudios genéticos que “confirman la influencia genética tanto en la adicción y dependencia a la nicotina como en la respuesta del individuo al tratamiento" de ese hábito y que se ha determinado la implicación en la adicción al tabaco del gen CHRNA5, “muy común” en pacientes fumadores europeos y “fuertemente vinculado con su dependencia al tabaco y a la nicotina”.

En este punto, señaló que los investigadores han observado que aquellos pacientes que tienen “una dependencia muy elevada al tabaco por su predisposición genética” van a ser “resistentes, de alguna manera, a la respuesta del tratamiento”, por lo que les va a ser “más difícil” abandonar el hábito que al resto de la población.

La experta admitió que, debido a la falta de recursos y a que son “costosos”, este tipo de estudios genéticos “no se suelen hacer de forma habitual” a pesar de que los expertos los “recomiendan" para poder ofrecer un tratamiento personalizado "que asegure el éxito a los fumadores que buscan ayuda para dejar de fumar”.

Junto a ello, advirtió de que el gen CHRNA5 también tiene “relación” con el desarrollo temprano de cáncer de pulmón, de ahí, a su juicio, “la importancia de hacer estudios genéticos a determinados enfermos para identificar de forma temprana la enfermedad”, sobre todo en el caso de pacientes con una historia familiar asociada a la misma.

VAPEADORES

Con respecto a la influencia de la genética en la adicción y la deshabituación de los usuarios de vapeadores, afirmó que, en la actualidad, estudios “específicos” validados y que aporten “una evidencia concreta sólida no hay”, si bien aseveró que “es cuestión de tiempo”, convencida de que, además, los datos ya recabados en torno a los fumadores tradicionales “se podrían extrapolar y aplicar” a los consumidores de cigarrillos electrónicos que contienen nicotina.

En relación al uso de estos dispositivos, la especialista advirtió de que “no son inocuos” y de que “cada vez hay más evidencia de los peligros en la salud” que conlleva su utilización, vinculada a complicaciones entre las que citó el desarrollo de fibrosis de la vía aérea pequeña o bronquiolitis obliterante o constrictiva, que cursa con tos, fatiga, dificultad para respirar u opresión torácica.

Además, se refirió también al síndrome de Evali, una enfermedad relacionada con el uso de productos de vapeo o cigarrillos electrónicos que, según la experta, se presenta como una alteración inflamatoria “exagerada tan importante que afecta al parénquima pulmonar, que está relacionada con insuficiencia respiratoria grave y que a algunos pacientes les ha llevado a la muerte”.

Por ello, reclamó la aprobación de “regulaciones” que, “de alguna forma, puedan controlar la venta y la disponibilidad” de estos dispositivos, teniendo en cuenta, además, que sus usuarios “suelen ser gente joven” que tiene acceso a ellos “con toda la libertad” y que dicho consumo puede ser “una puerta de entrada no solamente al cigarrillo convencional sino también a otras drogas”.

"Se venden como que son lo más guay, que son más sanos que el tabaco, menos nocivos y que no matan”, advirtió, para señalar que ello desemboca en la “baja percepción del riesgo” que, a su entender, existe aún en torno a la utilización de estos dispositivos por parte de los jóvenes, convencida de que su proliferación es “un problema, pero apenas es la punta del iceberg”.

En la misma línea, quiso hacer una “llamada de atención” a las autoridades sobre lo que consideró “un problema serio de salud pública, que, en el futuro, va a traer consecuencias”, por lo que reclamó la adopción de “medidas concretas y sólidas para poder regular esta situación y que estos usuarios no enfermen y tengan que acudir a consulta”.

“Hace varios años, desde Separ estamos tocando las puertas de las autoridades, pero, de momento, no hemos recibido respuestas y vemos que cada vez los jóvenes tienen más fácil acceso a este tipo de dispositivos”, lamentó, para, a continuación, aseverar que su prohibición “sería lo óptimo e ideal”, consciente de que “la realidad es otra” porque la industria “tiene mucho poder y es un monstruo”.

En este punto, también demandó una mejor regulación de la prohibición de la venta a menores de edad, así como una restricción de su publicidad o la prohibición del consumo de todos los productos relacionados con el tabaco en paradas de autobuses o estaciones de cercanías que están ubicadas al aire libre.

(SERVIMEDIA)
04 Nov 2022
MJR/clc