Así lo trasladó Sánchez en una entrevista en RNE recogida por Servimedia en la que viendo “lo que tenemos en frente”, por la coalición que a su juicio formarán PP y Vox tras las elecciones si suman los escaños suficientes para gobernar, el “riesgo” de “retroceso” existe.

El líder del PSOE confirmó que “por supuesto” volvería a llegar a acuerdos porque para asuntos como la reforma laboral o la revalorización de las pensiones según IPC “busco votos hasta debajo de las piedras” pero “lo que no voy a hacer nunca” es como, aseguró, hacen PP y Vox para “recortar derechos”.

Sánchez admitió que en la legislatura han cometido “errores, sin duda alguna” pero “no claudicado ante el machismo” frente a “estos señores, y esto es lo doloroso, han pactado negar la violencia machista” y “retirar las banderas LGTBi”. Tras estos apuntes, consideró que el 23-J las mujeres deberían ir a “votar en masa” para garantizar cuatro años de avances.

Así las cosas, Sánchez se mostró “convencido de que el PSOE va a ser primera fuerza. Y ya les digo que, si puedo, gobierno con el partido de Yolanda Díaz”, remarcó en varios momentos el líder socialista que también aseguró que sabe “a ciencia cierta que el PP no se va a abstener” en una investidura a su favor.

Sánchez reconoció que ha incluido nuevos actos de partido -como el que tiene esta tarde en Huesca y que le hará ausentarse unas horas de la Cumbre UE-Celac- porque “no puedo estar dos días solamente en Bruselas a cinco días del final de la campaña” máxime cuando cree que el “PSOE está remontando”.

Dijo que el electorado progresista está tomando “conciencia” de la amenaza real de que se pueda exportar al Gobierno central lo que se está viendo en gobiernos autonómicos y municipales de la coalición PP-Vox.

El jefe del Ejecutivo cuestionó las encuestas que se publican porque, a su entender, muchas de ellas “promueven la desmovilización del electorado progresista", pero aseguró que “hay dos elementos que van a jugar y ya actúan en favor del PSOE”: uno “lo hecho” desde el Gobierno porque a su juicio “lo han hecho bien”, así como la “posibilidad de culminar todas las reformas”; y dos, "la amenaza y el riesgo de lo que estamos viendo en muchas comunidades y ayuntamientso y que no es una broma”.

Sumar de Yolanda Díaz y el PSOE, “dos partidos que hemos formado parte de este gobierno de coalición”, dijo Sánchez, “hemos dado 200 batallas para aprobar 200 leyes” siempre, afirmó, teniendo en contra al PP y Vox.

Unas leyes que, explicó, han permitido al Ejecutivo afrontar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia y la guerra en Ucrania y que arroja que haya casi 21 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social.

El presidente reconoció su empatía con las personas que tienen dificultades económicas porque para que la microeconomía vaya bien, señaló, "la macroeconomía debe ir bien".

CATALUÑA

Por otra parte, Sánchez justificó su decisión de aprobar los indultos a los condenados por el 'procès' con la puntualización de que estas medidas de gracia fueron parciales y se produjeron mientras desde ERC y Junts se pedía la "amnistía". "Lo que tienen es un indulto parcial, condicionado, donde se respeta también la inhabilitación que se planteó en este caso por parte de las autoridades judiciales", aclaró, por lo que

reconoció que es "consciente" de que fueron "decisiones arriesgadas" y no comprendidas pero defendió su política para con Cataluña porque “heredamos esa situación” y “hemos tenido que tomar decisiones arriesgadas” que quizás hay “votantes” a los que no les ha “gustado”.

"Hoy en España, también en Cataluña, se cumple con la Constitución, no se plantean soluciones abiertamente ilegales e inconstitucionales frente a las resoluciones del TC por parte del Parlamento (catalán). En definitiva, se cumple con la ley, se cumple con la Constitución en toda España y la situación en Cataluña hoy no tiene nada que ver con la de 2017”, repasó el líder del PSOE.

Esto le llevó a compartir la reflexión de que “cuando estamos hablando de convivencia”, “en algunas cuestiones los gobernantes tenemos que pensar no tanto en las elecciones sino en las próximas generaciones”.

“Ver hoy en Cataluña”, dijo, "que la primera fuerza política en Cataluña es la de Salvador Illa; el ver en Barcelona un alcalde socialista, que defiende la Constitución, me parece no solamente una extraordinaria noticia para Cataluña y para Barcelona, y por supuesto para el PSOE, sino también para la unidad de España”.

Ensalzó su acción mientras otros aseguran que lo “resuelven a bofetadas”, según dijo que es la apuesta del líder de Vox, Santiago Abascal, o la solución del Partido Popular, que llevaría a una “situación de confrontación, de fractura, del diálogo territorial que ya vivimos”.

“Ese riesgo existe y nosotros lo que hemos hecho es encauzar un conflicto dificilísimo con diálogo, respeto a la legalidad democrática como ya hizo la Administración del José Luis Rodríguez Zapatero con el plan Ibarretxe", remarcó.