El propio ministro de Universidades, Joan Subirats, agradeció el “provechoso” trabajo de la Cámara Alta y remarcó que las enmiendas que se han planteado en el Senado para corregir el texto original de la futura ley de universidades que llegó desde el Congreso “van a permitir reforzar las lógicas de transición que se necesitan en un proyecto de ley de esta envergadura, acompasando a los ritmos de financiación y siendo conscientes de que no podemos alargar en demasía esos plazos de transición para evitar que esta ley no se implemente”.

Según el ministro, el debate puso de relieve la necesidad de “salvaguardar el pluralismo y la diversidad en la universidad” como “elemento central de la vida universitaria”.

En su opinión, el proyecto de ley permite abordar “grandes retos que tenemos planteados como sistema”, que según él pasan por la “democratización en el acceso”, donde reconoció que “sigue habiendo problemas”; la internacionalización (actualmente hay 31 universidades en redes europeas); la formación a lo largo de la vida y las microcredenciales y la transferencia de la investigación, donde el ministro también reconoció “déficits significativos”. “Espero que aprueben el proyecto”, emplazó Subirats.

Para la votación, que se producirá esta tarde, se contemplarán tres enmiendas transaccionadas por todos los grupos con representación parlamentaria relacionadas con el profesorado: sobre el personal docente e investigador permanente, la cobertura de plazas de personal docente e investigador, y la adaptación de figuras de personal docente e investigador laboral.

Con ello, el texto de la LOSU tendrá que proseguir su “procedimiento de urgencia” en el Congreso, donde podría aprobarse de forma definitiva en las próximas semanas.

En el debate también se defendieron dos vetos a la ley, propuestos por PP y VOX y 14 votos particulares. En su turno, llamó la atención el anuncio que hizo la senadora catalana Assumpció Castellví (Grupo Nacionalista), que aunque reconoció que las universidades están “muy tensionadas por las plantillas”, en línea con las modificaciones presentadas, aseguró que su grupo se abstendría en la votación.

Durante la sesión, el senador de Vox José Manuel Marín Gascón afeó a los parlamentarios impulsar una ley “ideológica” que en su opinión no responde a los objetivos de la universidad ni prima el esfuerzo ni la excelencia y además fomenta “17 sistemas” universitarios y no uno único.

El parlamentario del PP Javier Fragoso lamentó que el ministro acudiese al Senado “en régimen de visitas” y no para comparecer en comisión y “debatir”. De hecho, aunque la agenda Subirats marcaba su presencia en el pleno a partir de las 9 horas, cuando comenzó varios parlamentarios lamentaron su ausencia inicial.

UNANIMIDAD

Fragoso remarcó que la LOSU ha logrado aglutinar “unanimidad” entre los sectores universitarios porque consideran que no solucionará sus problemas ni responde a los “retos” de la Universidad. En este punto se refirió a la estabilización del empleo de los profesores asociados, “que no necesitan estabilización” mientras que a los “falsos asociados los hacen indefinidos y bajan horas de docencia, estabilizándolos por 600 euros al mes”.

El Grupo Popular también afeó las cesiones a nacionalistas e independentistas a cambio de fomentar una ley que “viola el principio de autonomía” porque no pueden aprobar sus puestos de trabajo; la “neutralidad” que permitirá a los estudiantes estar “más tiempo protestando que en las aulas”, como en el modelo Iberoamericano; y que “va a expulsar a muchos estudiantes de la pública”. “Se humillan para mantenerse en el poder”, concluyó, comparando la tramitación de la LOSU con la modificación de los delitos de sedición y la malversación: “Legislan en beneficio de quienes incumplen la ley”.

En su intervención, el senador socialista Antonio Magdaleno aseguró que los dos vetos de PP y Vox lo son también “a que las clases medias y trabajadoras puedan estudiar en una universidad de excelencia”, con “financiación suficiente”, “acabar con la precariedad del profesorado” y facilitar las matrículas “accesibles”. En su opinión, los grupos de la derecha se oponen “a la internacionalización de la universidad, a la igualdad de oportunidades y a la meritocracia real”, basada en una igualdad de oportunidades “que sólo es posible mediante universidades públicas de excelencia”.

Magdaleno indicó que la LOSU sale “mejorada” con las transaccionales y en su grupo se mostraron “satisfechos” por la posibilidad de la contratación de personal con las normas vigentes hasta el 31 de diciembre “para dar tiempo a adaptarse a la nueva normativa”.