LOS VERTIDOS DE LAS INDUSTRIAS DE FOSFATO DE HUELVA AUMENTAN LA RADIACTIVIDAD EN LOS RIOS ODIEL Y TINTO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Los vertidos de las industrias de fosfato de Huelva a los ríos Odiel y Tinto aumentan cosiderablemente los niveles de radiactividad de estos cauces y en el estuario de su desembocadura, según uno de los estudios que se presentaron a la reunión anual de la Sociedad Nuclear Española celebrada el pasado mes de octubre.
El estudio analiza la incidencia de los efluentes radiactivos que originan las industrias de producción de fertilizantes que emplean fosfatos naturales.
La radiactividad procede en gran medida del sulfato cálcico que resulta del tratamiento del fosfato inicial con ácido ulfúrico. Este sulfato cálcico, conocido como fosfoyeso, se suele almacenar en diques y parcialmente salen al exterior bien directamente, bien después de la sedimentación de las sustancias radiactivas que contiene (radio-226 y sus descendientes).
El estudio de la distribución de los radionucleidos naturales, radio-226, plomo-210 y polonio-210 en los ríos Odiel y Tinto y en el estuario de su desembocadura indica que ya antes del comienzo de los vertidos industriales las aguas de ambos ríos contienen nieles de radiactividad superiores al fondo natural.
Sin embargo, estos niveles aumentan considerablemente con los vertidos, alcanzando de nuevo en el océano Atlántico valores del fondo radiactivo natural.
RIOS CATALANES
Otro estudio relativo a los ríos Ebro, Ter y Llobregat, que abastecen al 74 por ciento de la población de Cataluña, realizado entre 1986 y 1994, señala que en las aguas del Ebro solamente se ha detectado la presencia de radioisótopos naturales.
La influencia de la Central Nulear de Ascó se puso de manifiesto por el incremento de los niveles de tritio, aunque siempre permanecieron por debajo del límite establecido para las aguas potables.
En los ríos Ter y Llobregat también su radiactividad ha procedido siempre de radioisótopos naturales y quedado por debajo de los límites, si bien en el caso del Llobregat el contenido en Potasio-40, derivado de la explotación de minas potásicas, se ha reducido considerablemente desde la puesta en servicio de un colector.
Además, ente 1988 y 1991 se detectó en el Llobregat la presencia de iodo-131 por el uso de este isótopo con fines médicos aguas arriba y en mayo de 1986 algunos otros productos de fisión resultantes del accidente de Chernobil.
(SERVIMEDIA)
24 Nov 1995
GJA