Andalucía

El 62% de personas con dolor crónico nunca ha sido derivada a una Unidad o Clínica del Dolor

- Según el informe ‘El dolor en la enfermedad crónica desde la perspectiva del paciente’ elaborado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes

MADRID
SERVIMEDIA

El 62% de las personas que sufre dolor crónico en España nunca ha sido derivada a una Unidad o Clínica del Dolor, y, entre los que fueron derivados, el 69% tardó más de un año y el 31% más de cinco en lograrlo, según el informe ‘El dolor en la enfermedad crónica desde la perspectiva del paciente’ presentado en el Parlamento de Andalucía por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y la Sociedad Española del Dolor (SED).

La directora de la POP, María Gálvez, fue la encargada de presentar este estudio cuyos resultados ponen de manifiesto “la clara insatisfacción general de los pacientes respecto al tratamiento que reciben para paliar su dolor, ya que lo evalúan con un 4 sobre 10”. “Además, únicamente el 14% de las personas que vive con dolor crónico en España recibe tratamiento por parte de un médico especialista en dolor”, destacó.

Gálvez indicó que los pacientes piden más información para el manejo del dolor. “El 70% de los encuestados reclama más detalles sobre su tratamiento y solo el 47% de las personas con dolor crónico ha recibido formación o información sobre ejercicio físico o pautas de hábitos de vida saludables”, manifestó.

Asimismo, el informe refleja que un 25% de las personas encuestadas no está en tratamiento farmacológico. De hecho, tal y como apuntó Gálvez, “el 40% de las personas encuestadas no ha obtenido un diagnóstico de dolor crónico a pesar de padecerlo”.

El informe recoge el impacto que tiene el dolor en el ámbito laboral. Según los datos, el 46% de las personas que sufre dolor se encuentra laboralmente activa y el 70% afirma que tiene un menor rendimiento por la falta de concentración causada por el dolor. “La media de bajas que tienen por culpa de este hecho es 26 días superior a la de las personas que no tienen dolor”, lamentó Gálvez al tiempo que destacó que “a pesar de estos datos, la mayoría de las personas con enfermedad crónica que sufre dolor crónico (un 53%) no tiene reconocido ningún grado de discapacidad”.

El acto fue inaugurado por el vicepresidente segundo de la POP, Manuel Arellano, quien destacó la necesidad de contar con “nuevos modelos de trabajo que permitan un sistema equitativo, sostenible y que incorpore al paciente”. “Se tiene que tener en cuenta el momento vital del paciente, ya que el dolor impacta en todos los ámbitos de la vida, como el laboral, si hablamos de adultos, o el educativo en los niños. Para ello necesitamos equipos multidisciplinares y mayor formación para nuestros profesionales sanitarios”, incidió.

En este sentido, el presidente de la SED, Juan Antonio Micó, reivindicó la necesidad de trabajar “mano a mano con los pacientes, no solo en el abordaje de la enfermedad sino también durante todo el proceso de investigación para su tratamiento”.

JORNADA DE DEBATE

Tras la presentación, se celebraron dos mesas redondas para debatir sobre distintos aspectos relacionados con el dolor. Durante la primera de ellas, titulada ‘Propuestas de mejora en la atención del dolor en la enfermedad crónica’, los ponentes pusieron en valor la importancia de “reconocer el dolor en la persona que lo vive cada día y poner los recursos suficientes para tratarlo con eficacia”. Asimismo, los participantes destacaron que el dolor puede ser “un incomprendido siempre” e hicieron hincapié en que el abordaje del dolor debe comenzar en las facultades de medicina y contar con profesionales sanitarios de distintas ramas. En este sentido, la miembro de la junta directiva de la SED, Concha Pérez, incidió en “legislar para hacer un cambio del sistema que mejore la formación y que ponga al paciente en el centro”.

Pérez estuvo acompañada por la portavoz de la Comisión de Salud y Familias (GPV), María José Piñero; la portavoz de la Comisión Salud y Familias (GPS), María Josefa Sánchez; y el vicepresidente segundo de la POP, Manuel Arellano.

Por su parte, en la segunda mesa, ‘Discapacidad y género en el dolor’, los participantes señalan que muchas personas con enfermedades crónicas no llegan al porcentaje mínimo para obtener el certificado de discapacidad porque el baremo no está adaptado a sus necesidades y características. Por este motivo, han reivindicado una normativa estatal de protección de la situación de cronicidad que aporte las garantías necesarias a las personas que conviven cada día con una enfermedad y que sufren dolor crónico. Por otro lado, han abogado por tener en cuenta la perspectiva de género en la atención del dolor, ya que las patologías más asociadas con el dolor tienen mayor prevalencia en mujeres.

Este debate corrió a cargo de la presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea, Isabel Colomina; el vicepresidente de la Comisión de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación (GPP), Bruno García; las portavoces de la Comisión de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación (GPS y GPV), María Soledad Pérez y Ángela María Mulas, respectivamente, y el coordinador del Plan Andaluz a las Personas con Dolor, Ignacio Velázquez. Ambas mesas fueron moderadas por el delegado de ANIS Andalucía, Francisco Herrera.

(SERVIMEDIA)
11 Dic 2019
BMG/ecr/pai