Desigualdad

Un informe demuestra que las personas en pobreza severa “sí hicieron los deberes” para integrarse en sociedad

MADRID
SERVIMEDIA

El perfil de las personas que viven en situación de pobreza severa en España “es muy parecido al de la población general” sin problemas de exclusión, según declaró este jueves Juan Carlos Llano, responsable de investigación de la Red Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES), al presentar su segundo informe sobre dicha cuestión.

Bajo el título ‘El Mapa de la Pobreza Severa en España. El Paisaje del Abandono’, demuestra que estas personas “sí hicieron los deberes” para estar “incluidas en la sociedad”, afirmó Llano. Estudiaron, buscaron empleo y no viven en la calle, insistió el autor.

A su juicio, estos datos “desmienten una visión que llevan años intentando vendernos, que es la de que estas personas son poco más o menos delincuentes”, que “se quieren aprovechar del sistema y que van a intentar abusar”.

Según apuntó, el 17% de estas personas tienen estudios superiores y el 53%, estudios medios. “Esta formación quizás no les permite a todos ser director de banco, pero sí debería ser suficiente para conseguir un empleo con el que ganarse la vida”, reflexionó.

En esta línea, subrayó que “tener trabajo no impide la pobreza severa”, puesto que un 27,5% de estas personas dispone de empleo formal. El 72,5% de ellos son además españoles, agregó, y solo el 5% viven en la calle.

El presidente de EAPN-ES, Carlos Susías, lamentó que, por estos prejuicios, “muchas veces, se pone más empeño en vigilar el dinero que se les da que en solucionar el problema de la exclusión”.

“No es normal que tengamos una medida tan buena como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y que andemos por 250.000hogares beneficiarios”, cuando la presión del Gobierno era alcanzar a 850.000. A su juicio, esto revela que “nos preocupa más el control burocrático” que sacar a la gente de la pobreza.

Graciela Malgesini, responsable de Incidencia Política y Asuntos Europeos de la red, pidió que la tramitación del proyecto de ley del IMV sirva para “mejorar la generosidad de las cuantías y conseguir una cobertura más ambiciosa”, pues los 250.00 hogares beneficiarios no son ni un tercio de los que “el propio Gobierno se había propuesto”.

Además, 100.000 de ellos fueron reconocidos de forma automática, lo que “indica que es necesario facilitar la tramitación de la ayuda, acabar con la burocracia y hacer un esfuerzo especial en la brecha digital, que tanto afecta a estas personas”, reclamó.

La edad y la composición familiar son, de acuerdo con las estadísticas, los principales determinantes de la pobreza severa en España. Los últimos datos disponibles (correspondientes a 2019) indican que el 9,5% de la población (unos 4,5 millones de personas) viven en esta situación en el país.

Sin embargo, el porcentaje sube al 14,2% para los menores de 17 años, lo que supone que 1.172.000 de estos chicos viven en dicha situación. Son más del 26% de la población en ese rango de edad. El porcentaje es del 11,3% entre 17 y 29 y del 10% para las personas entre 30 y 44. A partir de aquí empiezan a estar por debajo de la media, apuntó Llano.

De echo, solo el 5% de los mayores de 65 años se encuentran en esta situación. “Vemos pues que la pobreza severa es un asunto de jóvenes y niños”, prosiguió, y sobre todo, de “mujeres con niños a cargo”. Así, el 12% de los hogares donde viven niños se hallan en esta situación, que solo afecta al 7% de los hogares sin menores. Incide además y mucho el número de niños a cargo, puesto que un 27% de las familias numerosas están en pobreza severa.

Otro colectivo sobrerrepresentado es el de las familias monoparentales –en su inmensa mayoría dirigidas por una mujer--, con el 21,5% de sus miembros en dicha situación.

GESTIONAR LA NECESIDAD

Según los últimos datos disponibles de la Encuesta de Condiciones de Vida (julio 2021), el umbral de renta para considerar que un hogar está en pobreza severa es de 6.417,3 euros por unidad de consumo al año.

“Es decir, cada persona debe sobrevivir con menos de 281 euros mensuales para el caso de una familia con dos adultos y dos menores, y con menos de 535 euros al mes si vive sola”, explicó Llano.

Con este presupuesto, esas personas han de cubrir todas sus necesidades: vivienda, alimentación, ropa, educación de los hijos e hijas, salud, energía, ocio y otras.

De ahí sus dificultades para “gestionar la necesidad permanente de escoger”, señaló. “De hacer una gradación entre urgencias indispensables; entre comida y calefacción, entre cultura y pañales, entre ordenador y zapatos, etc".

El paso siguiente, “el peor de todos”, es “elegir qué miembro de la familia puede comprarse ropa y quién puede utilizar el único ordenador que hay en casa”, afirmó el investigador.

En cuanto a la distribución territorial, Canarias, Comunidad Valenciana y Asturias presentan los porcentajes más altos, que oscilan entre el 12,2 % y el 16,7 % del total de su población. En valores absolutos, los guarismos más elevados corresponden a las comunidades con mayor población: Andalucía, que agrupa a más de 980.000 personas en pobreza severa, Cataluña y Comunidad Valenciana, con cifras que alcanzan las 702.000 y 674.000 personas respectivamente.

El trabajo destaca por último que después de año y medio de pandemia, los indicios reafirman el sesgo social de la enfermedad, tanto en lo que se refiere a las posibilidades de contagio, como a las profundas consecuencias económicas que produce entre la población más pobre.

Las personas que viven en pobreza se alimentan peor, tienen más enfermedades, están más obesas, hacen menos ejercicio, residen en viviendas infradotadas o pequeñas y la mayoría de las que consigue trabajar, lo hace en empleos que requieren actividad presencial. Todo ello las hace más sensibles al virus y a los efectos económicos derivados de las medidas de control social, y apunta a “un aumento importante en las tasas de pobreza y de pobreza severa” para el próximo año, cuando se conozca el impacto real de la pandemia.

(SERVIMEDIA)
10 Sep 2021
AGQ/pai