Para el intercambio de la sesión de control en el Congreso de los Diputados, Abascal había registrado la pregunta: “¿Qué otras cesiones planteará su Gobierno a favor de separatistas, extremistas y delincuentes?”. Pero antes le recordó su frase del lunes que una de las cosas por las que pasará a la Historia es por exhumar a Franco. “Lo grave es escucharle hablar en esos términos de usted mismo. ¿Usted no se siente usted ridículo?”, le espetó, añadiendo que le cuesta imaginarse a otro líder tan “absolutamente lleno de vanidad y falso de modestia” como él, “quizá Nerón o Calígula”.

Seguidamente, dio la vuelta a la frase augurando que Sánchez pasará a la historia pero no por “desenterrar a muertos e impedir su descanso”, sino “por haber cedido a todas las pretensiones de comunistas, separatistas, malversadores, sediciosos, es decir, golpistas”. También por “haber destruido todo lo que funcionaba” y porque “asaltó al Congreso e intentó amordazar a la oposición”.

Después Abascal le afeó una ley climática que “condena a su pueblo a pagar la factura energética más alta de la historia”, su “voracidad fiscal” para entregar la recaudación a “poderosos” como partidos, sindicatos, patronales e incluso “multimillonarios extranjeros”, los dos estados de alarma “inconstitucionales”, mentir a sus electores y rebajar los delitos de sedición y malversación.

Finalmente, le reprochó haber incorporado a la dirección de Estado “a partidos que defienden, a condenados por terrorismo; es decir, a filoterroristas”. Repitió así la palabra por la que la diputada de Vox Patricia Rueda fue ayer expulsada del Pleno por el vicepresidente de la Cámara Alfonso Rodríguez y Gómez de Celis, dentro de la decisión de la presidenta, Meritxell Batet, de la que ayer informó Servimedia, de ser más estricta en la aplicación del Reglamento para evitar excesos verbales.

Batet, sin embargo, no llamó la atención a Abascal ni le pidió retirar el adjetivo, como Gómez de Celis a Rueda, y el líder de Vox terminó su alocución con su pregunta registrada, “qué más cosa va a hacer para ceder ante extremistas, separatistas y filoterroristas”, y añadió otra: “¿Cómo se llama a los socios de los filoterroristas en esta Cámara?”

RESPUESTA DE SÁNCHEZ

Sánchez comenzó contestando a la mención a la exhumación de Franco: “Se les ve el plumero. No son personas muertas, son dictadores”. Luego le recriminó “el triste papel” que jugó Vox la semana pasada en el Congreso, sus “insultos machistas”, sus “insidias a sus adversarios políticos” y sus declaraciones “para envenenar la convivencia”. Y sopesó que, aunque algunos votantes de Vox puedan “sentirse reconfortados” con ello, otros le pedirán “un mayor rendimiento laboral”, y este grupo no presentó “ni una sola enmienda” a los presupuestos. “¿Ésa es la España que madruga?”, se mofó.

Acto seguido, se centró en una de las supuestas cesiones: que el Gobierno haya cedido las competencias de tráfico a Navarra en un acuerdo con EH Bildu para los Presupuestos Generales del Estado. Tras cifrar el número de agentes de la Guardia Civil en esa comunidad en 94 más que hace cuatro años, para un total de 1.580, Sánchez recordó que el acuerdo para la transferencia lo firmó Aznar con el entonces presidente autonómico Miguel Sanz en 2000.

Constató que Abascal entonces estaba en la dirección del PP nacional y del PP vasco y que “no dijo nada, se calló” ante esta transferencia. “Menos lobos, Caperucita”, se mofó, para terminar sentenciando que el líder de Vox no puede “dar ninguna lección de patriotismo”, porque su patriotismo “siempre ha tenido un precio: el sueldo del Partido Popular o el de algún chiringuito del Partido Popular”.