Cultura
Cultura inicia el expediente para declarar el braille como Patrimonio Cultural Inmaterial
- A propuesta del Grupo Social ONCE

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El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este lunes la resolución del Ministerio de Cultura que incoa el expediente para declarar como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de "el uso del sistema de lectoescritura braille en las lenguas españolas".
"El uso del sistema de lectoescritura braille de las lenguas españolas como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial viene justificado no solo por sus características inherentes, sino también por la manera en que es vivido, protegido y transmitido por la comunidad invidente, formando parte de su experiencia y memoria colectiva", recoge la resolución de Cultura con la que se inicia el expediente para declarar el braille en las lenguas españolas como Patrimonio Cultural.
El uso de este sistema de lectoescritura "va más allá de la mera funcionalidad, convirtiéndose en un elemento clave para el ejercicio de derechos culturales y la consolidación de un acervo inmaterial vital", indica Cultura. "Sin embargo, aunque el braille cuenta con un sólido arraigo histórico y social, no está exento de vulnerabilidades que pueden comprometer su pervivencia como patrimonio cultural inmaterial: el desconocimiento general sobre su valor alfabetizador, educativo, cultural y de inclusión social, la creciente preferencia por soluciones digitales –texto-audio, códigos QR, lectores de pantalla– que corren el riesgo de desplazar el aprendizaje táctil en lugar de integrarse con él. Por último, la tentación de emplear el braille como simple elemento decorativo o comercial trivializa su verdadera función y erosiona su significado identitario", destaca igualmente el departamento que dirige Ernest Urtasun.
Este expediente se ha iniciado, siguiendo la tramitación habitual, tras el visto bueno de las comunidades autónomas y previa información del Consejo del Patrimonio Histórico Español, la Universidad Complutense y la Universidad Autónoma de Madrid, la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes.
EL BRAILLE
Según el último Informe mundial sobre la visión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo al menos 2.200 millones de personas padecen ceguera o discapacidad visual, y de ellas, al menos 1.000 millones tienen una discapacidad visual que podría haberse evitado o que aún no se ha tratado.
Para millones de ellos, el sistema de lectoescritura braille es el canal por el que han accedido a la educación. Coincidiendo con el 200 aniversario de la creación del braille, el Grupo Social ONCE inició en abril la solicitud para que este sistema de lectoescritura sea reconocido. Siguiendo la estela de Francia y Alemania.
Este alfabeto, que consiste en una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos mediante seis puntos, fue inventado por Louis Braille a mediados del siglo XIX en Francia. En el año 2019 la ONU ya decidió reconocer la relevancia de este sistema estableciendo el 4 de enero como Día Mundial del Braille.
Este medio de comunicación es esencial para las personas ciegas y con baja visión como canal de información ya que les permite acceder a la educación y la cultura de forma autónoma. Estos seis puntos, con 64 combinaciones, se usan para componer letras y números, escribir en cualquier idioma, leer partituras o anotar partidas de ajedrez.
El impacto en la sociedad de este método es comparable al de la invención de la imprenta, ya que ha permitido que las personas ciegas puedan acceder a la lectura y la escritura en igualdad de condiciones. Hoy lo utilizan más de 285 millones de personas ciegas en todo el mundo. La ONU proclamó, en 2019, Día Mundial del Braille el 4 de enero, fecha del nacimiento de Louis Braille (1809-1852).
En España, el Braille se introdujo en 1840, sin embargo, no fue declarado método oficial para la lectura y la escritura de los ciegos españoles hasta 1918. Algunos autores explican este retraso por el debate suscitado entre dos corrientes: los que pensaban que las personas ciegas no debían usar un alfabeto distinto al de los videntes, ya que se levantaba una barrera entre ambos colectivos, y los que abogaban por el braille.
(SERVIMEDIA)
22 Sep 2025
MAG/gja