El servicio renovó su página web con nuevos contenidos que contribuyen a paliar la escasa accesibilidad que encuentra este colectivo en su acceso a la información y los recursos existentes en este ámbito, aseguró la CNSE. “Las mujeres sordas son un colectivo especialmente vulnerable ante este tipo de violencia”, recordó Alba Prado, responsable de Políticas de Igualdad de la entidad. “En muchos casos, ni siquiera saben que la están sufriendo, cuánto menos qué pueden hacer, qué derechos tienen y qué servicios hay a su disposición”.

Una de las novedades que presenta ALBA es un compendio de guías, estudios, protocolos, noticias y legislación que la CNSE tradujo a la lengua de signos española. Entre ellas, el ‘Pacto de Estado para la violencia de género’, la ‘Guía de autoprotección para víctimas’, o la última ‘Macroencuesta de Violencia contra la Mujer’ que realizó el Ministerio de Igualdad.

Se pueden encontrar en esta nueva website publicaciones elaboradas por la propia confederación, como el ‘Protocolo de atención a víctimas sordas en la red asociativa’ o el estudio ‘La situación de las mujeres sordas ante la violencia de género”; un espacio de testimonios que permita a otras mujeres identificar este tipo de situaciones y buscar ayuda; y un repositorio de recursos accesibles donde la víctima puede dirigirse para interponer una denuncia, explicaron desde la CNSE.

Según Alba Prado “es fundamental brindar a las mujeres sordas una comunicación sin barreras, y recurrir a mediadoras sordas debidamente formadas que sigan, acompañen y apoyen a las víctimas durante todo el proceso”. En el servicio ALBA la atención se realiza por videollamada en lengua de signos española, correo electrónico o canal de chat, según lo demanden las personas usuarias, de una manera totalmente anónima, y siempre preservando la confidencialidad, agregaron desde la CNSE.

Desde su puesta en marcha en 2018 hasta el momento, esta iniciativa pionera en España hizo seguimiento de 47 casos de violencia infringida a mujeres sordas, y orientado a cientos de víctimas y personas cercanas a la víctima para dar respuesta a sus necesidades (abogados/as, recursos especializados de atención, ayudas, etc.), según aseguró la CNSE. De igual forma, asesoró a numerosas entidades públicas y privadas que asisten a este colectivo sobre cómo actuar cuando la que sufre violencia es una persona sorda, e impartido entre sus profesionales más de 30 charlas relacionadas con el servicio. “Queremos arrojar luz, y combatir en la medida de lo posible, esta grave situación de desventaja que tanto riesgo conlleva en la seguridad y la salud de las mujeres sordas”, agregó Prado.

La plataforma ALBA de información y asesoramiento accesible para personas sordas contra la violencia de género es un servicio que presta la CNSE con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la Fundación Mutua Madrileña, y la Fundación ONCE.