Educación

Familias y alumnos, agradecidos a los profesores por “todo su apoyo y trabajo “ durante “este curso tan raro“ pero con clases presenciales

MADRID
SERVIMEDIA

Sandra Torre, trabajadora del grupo social ONCE y madre de dos niñas que estudian en el colegio Fernández de los Ríos de las Rozas (Madrid), agradeció este sábado, “en nombre de todas las familias el esfuerzo del profesorado para lograr que este curso haya transcurrido con normalidad“ pese a la pandemia, durante un acto en homenaje a la comunidad educativa celebrado en el Palacio de la Moncloa en el que participaron también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; las ministras de Educación y de Sanidad, Isabel Celaá y Carolina Darias, y la directora del CEIP Santa Ana de Pedrezuela (Madrid), María Castro.

También estuvieron Vera Rodelgo y Carlos Iglesias, estudiantes de Tercero de ESO y de primero de Formación Profesional Básica en el colegio Sagrados Corazones y en el Instituto Tomás y Valiente de Madrid, respectivamente, que dieron también las gracias a sus “profes” por todo “el apoyo que nos han dado durante este curso tan raro”, pero en el que las clases se mantuvieron abiertas.

En su intervención, Torre destacó el “esfuerzo de las familias españolas”, que el año pasado “tuvimos que hacer compatibles, de un día para otro, nuestras situaciones laborales con la atención a nuestros hijos”, que se habían quedado sin clases.

“Hicimos uso de cualquier recurso disponible en casa; rescatamos los juegos y canciones que habíamos aprendido de nuestros mayores, y convertimos en aulas el comedor y la cocina, y en talleres de Bellas Artes y en campos de fútbol los pasillos”. “Buscando respuestas simples para preguntas complejas, tuvimos también que asumir la pérdida de seres queridos como familiares, amigos y vecinos".

“Nos faltó la red de apoyo emocional que nos ofrecen nuestros padres y amigos”, prosiguió, y “también lamentamos que nuestros hijos no pudiesen socializar con la familia y los demás niños de su edad”.

Sin embargo, “cada día nos emocionábamos viendo a nuestros hijos sonreír en el balcón, lanzando aplausos, que eran como palomas de esperanza”. Y así llegó el curso en septiembre, y “volvimos a los centros”. “Fuimos con cautela, con miedo, con incertidumbre, pero también con emoción”, agregó.

A su juicio, “regresar a las aulas fue algo imprescindible, sobre todo para los niños y jóvenes con discapacidad, con necesidades educativas especiales o en situación vulnerable”. De ahí la importancia de recuperar la presencialidad.

“A pesar de la fatiga mental y física, los padres y madres multiplicamos nuestras tareas y adaptamos las costumbres domésticas” a los horarios especiales de los centros, añadió

Torre quiso destacar “la flexibilidad y capacidad de adaptación que han demostrado nuestros hijos, en el uso de las mascarillas y del gel”, al que se acostumbraron perfectamente. “Nos han dado una lección, y nos han recordado en muchas ocasiones a los mayores, que había que mantener las distancias y cumplir las normas”.

Con 15 años, Vera aprendió este curso “que no es lo mismo dar el codo que dar un codazo, que los puños también sirven para saludar y que los besos pueden darse con los ojos”.

“También aprendimos el significado de palabras como solidaridad, la importancia de mantener la distancia de seguridad y, por supuesto, quién era Fernando Simón”, bromeó.

“Nuestros padres y madres entendieron la importancia de que estuviésemos conectados con nuestros amigos y con nuestros profesores”, a los que quiso lanzar un agradecimiento muy especial: “En nombre de los niños, niñas y adolescentes, gracias, profes”.

La misma emoción manifestó Carlos Iglesias, que este curso ha terminado primero de Electricidad y Electrónica de FP Básica.

Iglesias quiso agradecer que en su momento, sus profesores le animasen para iniciar una FP en “un momento complicado” en sus estudios, cuyas clases lamentablemente se vieron interrumpidas por la pandemia el pasado marzo de 2020.

Sin embargo, este septiembre “pudimos volver a clase”, se alegró. “Es muy importante para los alumnos”, apuntó, sobre todo en la FP, pues “aprender online cómo funciona un circuito y cómo montarlo puede ser muy complicado“. En su opinión, “los profesores nos han transmitido fuerzas y esperanzas, y ahora tengo una relación de más confianza”.

Este ha sido “un curso raro, con el uso de la mascarilla y la distancia de seguridad”, pero que en el caso de Carlos le ha servido para ganar confianza y montar incluso su propia mini empresa en el instituto .“Y todo, gracias a nuestras familias y a nuestros profesores”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
19 Jun 2021
AGQ/man