Día Talla Baja

Eva González, nueve legislaturas de periodismo institucional en la Cámara Baja

- Asegura que su discapacidad tiene la “ventaja” de que la hace “fácilmente reconocible” pero critica que “hay mucho estigma” y “burla” hacia la acondroplasia

- Revindica apoyos públicos a las personas que tienen discapacidad para que puedan desarrollar su vocación en igualdad de condiciones

- “El que algo quiere algo le cuesta, con un metro o con dos”, subraya esta periodista que pide la inclusión real porque no todas las personas tienen su "suerte"

MADRID
SERVIMEDIA

Eva González Martínez es una periodista madrileña que lleva nueve legislaturas de información parlamentaria en el Congreso de los Diputados. Tiene acondroplasia y concede un encuentro con Servimedia, su antigua casa, con el recelo de quien se las sabe todas y huye de los clichés. Quiere revindicar la normalización de la discapacidad porque “la integración es normalidad". "No soy una heroína ni una pobrecita”, subraya.

Mientras conversa para hablar de su discapacidad en el marco del Día Mundial de las personas de talla baja, que se conmemora este miércoles 25 de octubre, echa un ojo a la pantalla del ordenador en su despacho con vistas a la carrera de San Jerónimo y consulta los mensajes del móvil. Está ultimando un tema para las redes sociales institucionales de la Cámara Baja y la visita de un ministro.

También mira de vez en cuando hacia esa calle que en unos días lucirá un baldaquino para la jura de la Constitución de la princesa Leonor. Desde su cristal ahumado casi atisba la figura de los famosos leones de la fachada principal del Congreso en la castiza Carrera de san Jerónimo.

Allí llegó como redactora de la sección de Nacional de Servimedia en 2001, donde unos años antes comenzó como periodista en prácticas, y donde se forjó la experiencia entre los diputados y la información política. En 2008 obtuvo una plaza de asesora de comunicación y posteriormente acreditó los méritos para optar a la Jefatura del Departamento de Contenidos, Información y Medios Sociales en Congreso de los Diputados, que ahora capitanea desde ese despacho con vistas.

Con esas dos décadas de experiencia, coordina ahora un equipo que integran una asesora, cuatro administrativos y un equipo de seis becarios periodistas, uno de ellos con discapacidad. “Hacemos periodismo institucional, aprovechando la evolución de la comunicación y de los antiguos gabinetes de prensa. Además de atender a los medios, podemos ir más allá gracias a la relación directa con los ciudadanos”, explica de forma apasionada, especialmente cuando habla de la difusión de la actividad de la cámara y las funciones del Congreso.

En ese despacho en el que conviven en igualdad cactus naturales y artificiales y fotos del palacio de las Cortes, también se supervisan notas de prensa, un blog, vídeos, infografías y otros materiales informativos y didácticos sobre “esta institución que representa a los ciudadanos”. “Y además asesoramos a los medios de comunicación, damos información que necesitan, ofrecemos recursos, respondemos a sus preguntas y también nos ocupamos de las redes sociales de la cámara”, enumera.

RELACIONES PÚBLICAS

Su buena relación con la prensa se comprueba sólo con acompañarla por las dependencias del Congreso. A Eva la saludan cariñosamente los ujieres, el personal de limpieza y mantenimiento, los policías, los camareros y también los diputados y periodistas más ‘estirados’. Servimedia lo comprueba mientras ella hace el recuento de los ocho presidentes y nueve legislaturas que ha conocido en la Carrera de San Jerónimo: Luisa Fernanda Rudi, Manuel Marín, José Bono, Jesús Posada, Patxi López, Ana Pastor, Meritxell Batet y la recién llegada Francina Armengol.

Para desenvolverse entre todos ellos, Eva ha contado con varias adaptaciones de accesibilidad. “Lo que he pedido”, dice en referencia a “una barandilla en unos escalones en el edificio de ampliación, que ya era accesible por otra entrada”. “Aquí hay recorridos accesibles sin escaleras para llegar a todas partes. Hay ascensores, rampas y entradas sin obstáculos”, remarca esta periodista sentada en una silla especial con ‘apoyapiés’ y que se puede regular en altura.

Eva dice que está sentada en ella por un cúmulo de circunstancias, restando importancia a su profesionalidad y esfuerzo y evitando hablar de los momentos más agrios de su trayectoria e infancia. “¿Cómo se llega a tener un trabajo o una oportunidad como la que tengo y a desarrollarme profesionalmente y cumplir mis metas?”, se autopregunta.

“En función pública he tenido oportunidad de hacer carrera de méritos y ha sido reconocido mi trabajo; se llega a conseguir esto gracias no tanto al esfuerzo personal, que también, sino a las capacidades, voluntad y empeño de mis padres para que estudiara una carrera, y porque estoy en Madrid y no en una zona rural apartada; porque en casa había medios económicos y disponibilidad para llevarme a clase hasta que me pude sacarme el carnet para conducir el coche adaptado porque era inviable que fuese en autobús… Se han dado unas circunstancias y ha habido un esfuerzo personal y familiar que han permitido unas situaciones que otras personas con discapacidad no tienen”, relata.

SUERTE Y ESFUERZO

“He tenido suerte, vocación, esfuerzo personal y sobre todo ha sido posible por el tesón muy grande que han tenido mis padres”, insiste orgullosa en referencia a los dos ‘leones’ que han flanqueado la fachada principal de su vida y la de su hermano, que también es una persona de talla baja. “Yo soy la tonta de la familia”, bromea, ya que "David es ingeniero aeronáutico y trabaja en aviación civil".

Se pone seria para hablar de discapacidad, pero la jefa de Contenidos del Congreso contagia desde hace años sus carcajadas, ironías y ocurrencias de rápida respuesta en sus círculos de trabajo y amistad. Dicen que el sentido del humor es algo muy serio y un síntoma de inteligencia, pero ella asiente cuando las personas de su entorno confiesan que se sienten violentas por cómo la mira la gente que no la conoce en cualquier situación cotidiana: se sienten heridas porque a su querida Eva se la observa como si fuese un espectáculo por su talla baja.

Ella sabe que la vida no premia a todas las personas de forma justa y que “la igualdad real no existe para las personas con discapacidad”. Por eso, aprovecha estas líneas para revindicar medidas de “discriminación positiva” y también, a las propias personas con discapacidad, “amplitud de miras” para que este colectivo pueda estar “a la altura” de sus capacidades y derechos y no se conformen con “una paguita o un trabajo más modesto”. “El que algo quiere algo le cuesta, con un metro o con dos”, subrayó a la vez que exigió “apoyo público”.

“Para que haya normalización y sensibilización hay que estar integrado, estar en las instituciones y aparecer en los medios de comunicación con normalidad para romper con esa idea denigrante de que las personas de talla baja son sólo los 'enanos' toreros o las que aparecen en 'Gran Hermano' tirando tartas. Si la discapacidad está relacionada con la burla o el humor se hace poco por la integración. Sobre la acondroplasia todavía hay una percepción social de mucho estigma, aunque afortunadamente no hay tanta burla o crueldad en torno a ella”, reflexiona.

CONSEJOS PARA AVANZAR

Por eso, pide a los chavales de talla baja “que aprovechen todas las oportunidades que puedan para trabajar en su vocación, que encuentren el camino en el que creen que van a ser felices o que pueden aportar algo al mundo a la sociedad y tiren para adelante”.

“Parece que las personas con discapacidad tenemos que demostrar un punto más que los demás, la excelencia, lo mejor, que no se ponga en duda lo que hacemos, que nos sintamos en deuda autocuestionándonos. Pues no. Esas oportunidades que tenemos son para compensar una mínima parte de todas las que no hemos tenido. Por eso, les aconsejo que intenten ser buenos en lo suyo como cualquier persona y que no se dejen amedrentar”, zanja esta periodista cuya altura de miras no se frena tras la ventana de su despacho.

Tras ese cristal con vistas a la Carrera de San Jerónimo, pide a Servimedia que trasmita a sus colegas de profesión “responsabilidad” para “proyectar una imagen real de la discapacidad”. “No somos pobrecitos ni superhéroes”, reitera con el deseo de que “los medios generalistas y las televisiones integren en sus espacios a las personas con discapacidad de forma natural, como se produce en otros ámbitos de la vida, que es lo que realmente ocurre”.

Por cierto, ella ya se ha comprado un vestido para la jura de la princesa Leonor en la Cámara Baja. Como han hecho muchos con los que trabaja a diario. Para estar a la altura e ir impecable, como siempre.

(SERVIMEDIA)
25 Oct 2023
AHP/pai/gja